Los problemas más comunes, según los jóvenes, son la economía, la falta de empleo y de oportunidades. En Ibagué, sólo el 30% de las personas entre 10 y 24 años, se manifiestan emocionalmente satisfechos (junio de 2022).
La Universidad del Rosario se suma a las organizaciones sociales y educativas que se ocupan del análisis de la marcha de la educación en Colombia. En alianza con el diario El Tiempo, la Fundación Hanns Seidel y la encuestadora Cifras y Conceptos ha realizado un estudio sobre lo que piensan, sienten y quieren los jóvenes colombianos, de 18 a 32 años de edad, según los resultados de una encuesta a 2.513 jóvenes de 10 ciudades (no incluye Ibagué).
En el estudio se crea un nuevo grupo etario (grupo de edades) distintos a los aceptados por la Organización Mundial de la Salud que considera como jóvenes a quienes tienen edades entre 19 y 24 años de edad; o el grupo de edad de 15 a 24 años establecido por las Naciones Unidas (1.983).
Sea lo que fuere, a todos interesa saber lo que piensan y quieren los jóvenes, precisamente en edades en los cuales debieran estar realizando estudios de educación superior o incursionando en el trabajo.
El filósofo chileno Hopenhayn (2004, citado por Chamorro, 2019, cuarto informe del Observatorio de la Educación, UT), decía en su tiempo: “Los jóvenes latinoamericanos viven hoy con mayor dramatismo que el resto de la población una serie de tensiones y paradojas que reconstruyen su identidad bajo la forma de conflicto”, palabras que siguen vigentes.
Hopenhayn (2004) resume así las 8 tensiones y paradojas de la juventud: “1).La juventud goza de más acceso a la educación y menos acceso al empleo…2).Goza de acceso a la información a través de internet pero tienen menos acceso al poder…3).Hoy es más autónoma pero menos opciones de hacerla efectiva…4).Están mejor provistos de salud pero menos reconocidos en su morbilidad específica…5.) Desproporcionado consumo simbólico frente al consumo material…6). Entre receptores de políticas y protagonistas de cambio…7). Más volcados hacia el presente y más exigidos por el futuro…8) Atrapados en un imaginario paradójico: eterna lozanía vs conductas de riesgo”
Las reflexiones de la U. del Rosario
En un documento de 194 páginas, se analizan, interpretan y discuten datos sobre lo que dicen los jóvenes residentes en zonas urbanas, en las encuestas y en las entrevistas a profundidad.
Los hallazgos de la investigación se resumen en reflexiones resultantes: “Se ha incrementado la desconfianza con el establecimiento y con el sistema; existe un desgaste de los liderazgos tradicionales y un rechazo a estas figuras que los jóvenes sienten que no los representan; la tendencia histórica de una apatía de los jóvenes en los procesos electorales parece no solo mantenerse, sino incrementarse (situación que cambió ligeramente en las elecciones presidenciales del 2022); los jóvenes reclaman mejores condiciones de seguridad, empleo, educación y salud y están dispuestos a participar de espacios que favorezcan el respecto por el ambiente, los animales, las personas”.
La dimensión “Lágrima”
Hay datos interesantes en cuanto emociones y sentimientos comunes en los jóvenes, en una dimensión que el informe categoriza como la dimensión “lágrima”, porque se pregunta por situaciones de ira, miedo, alegría, tristeza, o sorpresas como emociones dominantes.
¿Cuáles son las emociones dominantes en la vida de hoy de los jóvenes? ¿Cuáles son los principales problemas de su vida hoy?, se les preguntó.
“Los problemas más frecuentes están relacionados con la economía, y estos a su vez, a la falta de empleo y oportunidades, educación, salud, dinero, inseguridad, desempleo”, son palabras dichas en las respuestas, todas relacionadas con Economía.
Falta de oportunidad para seguir estudiando, la falta de oportunidades e igualdad no permite que consigamos trabajo o, lo más importante, educación, no tener una estabilidad económica para hacer una carrera profesional”.
De todas maneras, no siempre hay situaciones de “lágrima” o de emociones poco deseables. Porque un 66% de los jóvenes encuestados manifiestan que la alegría es la emoción predominante de ahí el gusto por la música, las actividades de recreación, la rumba; le sigue el miedo, un 32%, la sorpresa , el 31%, la tristeza, el 26%, la ira, el 26% y el desagrado, el 18%.
La voz de dos jóvenes ibaguereños
El Nuevo Día consultó a dos jóvenes ibaguereños, estudiantes de Licenciatura en Matemática de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad del Tolima.
Sobre las emociones predominantes en Rodrigo Andrés Serrano Cuéllar, de 19 años de edad: “La emoción dominante en mi vida diría es la alegría, trato de ser feliz en lo posible, siento que soy un chico gracias a Jehová mi Dios que lo tiene todo, una hermosa familia, buenas personas a mi alrededor, no todo es perfecto, pero para adelante voy. Soy una persona que se alegra por los logros ajenos, mi segunda emoción es la admiración, percibo que hay personas en mi entorno, las cuales, son un buen ejemplo y me gusta cuando está a mi alcance instruirme de ellos, aprender de su éxito”.
¿Cuáles son los problemas en su vida, hoy?
Natalia González Manchola.
“No aprovecho muy bien el tiempo, me falta madurez y disciplina, me siento relajado en mi proyecto de vida y es algo de cuidado, los días son más difíciles, proyectarme en la vida es un problema con los anteriores que debo ponerme a mejorar y trabajar hoy”.
Para la estudiante María Natalie González Manchola, también de 19 años de edad, las dos emociones predominantes hoy son “La felicidad, las múltiples situaciones del diario vivir me construyen como persona y como futura profesional, al lado de Dios y mis seres queridos me siento invencible. El orgullo, lo que consigo en mi vida, me alegra saber la construcción de valores desde mi familia y cómo en poco tiempo en el ser como maestra, identificaré y forjaré nuevas vidas para nuestra futura sociedad”.
Su problema en su vida hoy: “Realmente, como todos en el diario vivir se presentan diversas situaciones que con el paso de los días Dios nos bendice y se solucionan; sin embargo, la salud de mi madre inunda mi corazón y mente de frustración y limitantes por no ofrecerle algo de lo mucho que merece”.
El desempeño en los jóvenes
Se puede considerar razonable el miedo, la tristeza y la ira que manifiestan los jóvenes en esta encuesta, si tal conclusión se hace sobre datos más recientes del Dane sobre el mercado de trabajo en Colombia.
Ha mejorado la tasa de jóvenes entre 15 y 28 años de edad en el último año. Era del 40.8% en abril-junio del año 2021 y pasó a ser de 44.6% en el 2022. Lo grave está en el desempleo que agobia a los jóvenes en estas edades, que también disminuyó en la medida en que se alejan los efectos de la pandemia. La tasa de desempleo juvenil era de 23.9% en abril-junio del 2021 y pasó a ser de 18.4%, es decir 5.5 puntos conceptuales menos al comparar datos del año 2021 con los del 2022.
En Ibagué también ha disminuido el desempleo que la población de 15 a 28 años era de 21.1% hacia junio de 2022, en el décimo primer lugar entre las 23 ciudades y áreas metropolitanas , pero superior a la tasa promedio de estas ciudades, que era de 19.0%. Que en Ibagué, una quinta parte de sus jóvenes no tenga opciones de empleo, es grave.
En la encuesta de la Universidad del Rosario, un 11% de los jóvenes están buscando trabajo, un 19% estudia. Es una población de jóvenes que según el nivel educativo alcanzado, el 41% han cursado la educación secundaria, el 30% son técnicos o tecnólogos, el 17% son profesionales.
Manifestaciones de inconformidad
A los jóvenes se les preguntó ¿De qué forma se ha manifestado en el último año? Un 69% dijo que participando en las marchas en las calles; un 60% a través de las redes sociales, el 56% a través de cacerolazos, el 45% a través de debates en la familia, el 44% en debates con sus amigos y el 43% en debates con sus compañeros de trabajo. Pero de todas maneras, dispuestos a protestar.
Pero cual es la posición ideológica expresada por los jóvenes. Más de una tercera parte de los encuestados dicen no tener una posición ideológica definida (el 35%), un 17% manifiesta ser de derecha; un 11% de centro derecha , un 117% de centro izquierda y un 16% de izquierda.
En cuanto a confianza en las fuerza militares, un 47% dicen tener confianza en esta organización de fuerza pública, en la Policía un 29% y la menor confianza se centra en un 12% en el Congreso.
Publicada por: El Nuevo Día – LUIS EDUARDO CHAMORRO RODRÍGUEZ (Fuente)